Aquel día era martes, me levante a las 8:00 de la mañana, como es costumbre, para ducharme y arreglarme para ir al colegio, pero algo raro pasaba, la noche anterior no puse el despertador, pues es costumbre, que me despierte mi madre los días de diario, pero, en cambio, el si sonó.
Nadie mas había en la casa, estaba solo, angustiado en mi soledad decidí llamar al móvil de mi madre, a ver donde se habían ido sin avisarme, para mi sorpresa apareció el fantástico contestador de Orange diciendo que el numero no existe, lo cual, me angustio aun mas, no sabía que hacer, estaba nervioso, un sudor frío me recorría la espalda, opte por llamar a mi padre, pero paso exactamente lo mismo que con mi madre, las camas de la casa estaban hechas, incluso la mia, de la cual me habia levantado minutos antes, eso me dio bastante miedo, no sabía que hacer, no sabía que pensar, ¿Que me estaba pasando?, ¿Estaría ya loco?, mis mascotas habían desaparecido, desapareció la ardilla, la chinchilla e incluso la perra, estaba solo, completamente solo en mi casa, empeze a pensar causas logicas para esto que estaba pasando, ¿Habría muerto?. No, eso sería demasiado obvio, debía de ser algo mas, algo raro estaba pasando y yo decidí averiguarlo, asi que me duche y vestí, me peine mi cresta y fui manos a la obra a ver que pasaba, mi primera idea fue ir a la comisaria de policia que hay en la parte de abajo de mi calle, pero alli no había nadie, por la calle, ni un alma, ni un coche, ni siquiera plantas, era un desierto edificado, los animales, todos desaparecidos, me asuste mucho por aquella situacion asi que decidí, buscar a alguien por mi barrio, a alguien que le estuviera pasando lo mismo que a mí... No encontre, nada como era de esperar, asi que decidi irme a mi casa y dormirme a ver si pasaba esta pesadilla, al llegar a mi casa, todos los muebles estaban descolocados, las camas en el salo, el horno en mi habitación, incluso había un inodoro en la cocina, esto ya pasaba de castaño oscuro, como sin existir vide aparente, podía hacerse mi cama sola, o descolocarse absolutamente todos los muebles, mi estado era demencial, mi cresta caida por el sudor, yo empapado, hiperventilando, totalmente asustado, mi vida se había puesto patas arriba ella solita, sin ayuda de nadie, la angustia era mayor, todo era un caos, casi no se podía andar por algunas habitaciones, mientras que otras parecian desiertos, el mundo estaba loco, o quizas fuera yo, pero algo estaba loco allí, mi miedo crecía, me sentía como una hormiga en plena gran vía, en cualquier momento iba a morir, no porque me matar alguien, si no por un infarto, estaba totalmente nervioso y angustiado, otra vez ese sudor, gelido como un glaciar, recorriendo mi espalda entera, asi que decidí hacer lo que nunca creía que haría, decidi que vivir asi no era vivir, y para vivir así mejor morir, asi que abrí la ventana de par en par y, mientras escuchaba "Dream on" salte, salte al vacio, pise suelo, mi piso es un 4º pero alcance el suelo en cuestion de milesimas de segundo y no morí, la verdad, esto cada vez era mas raro, no podía morir, era inmortal, el deseo de muchos, la perdición de mas, pero para que, para vivir solo en un desierto, para eso deseaba no serlo, finalmente, me resigne a la evidencia, estaba destinado a vivir solo toda la eternidad, asi que deje pasar el tiempo sentado en mi dantesco salon, y cuando cayo la noche, salí a la calle, y espere otra vez mirando al cielo tumbado en medio de la M40 con mi preciosa musica, en ese momento recuerdo que sonaba "Bohemian Rhapsody", la escena era preciosa en ese momento, creo ser el unico ser sobre la faz de la tierra y me dedico a tumbarme en una carretera escuchando musica y mirando a la nada, al infinito, la escena era casi poetica, en ese momento paso una estrella, de esas llamadas fugaces, pero no como ellas, esta se tiro muchísimo tiempo en el cielo, parecía que quería algo, asi que pedí un deseo para que la estrella se fuera y me dejara en paz.
Sudor, estaba empapado, tenía muchisimo calor, ¿Donde estaba? Ese lugar me sonaba de algo, allí había estado antes, mi habitación, mire abajo y vi la ardilla en su jaula, entonces, por fin intuí que había vuelto a mi realidad, pero estaba cansado, por lo que me dormí, en mi mullida cama, con seres queridos a mi alrededor, con seres vivos a mi alrededor.
domingo, 27 de marzo de 2011
Kafkianamente hablando.
Publicado por
Javier
en
4:22
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